Los humanos estamos acostumbrados a predecir linealmente. Por su parte, estas tecnologías siguen una pauta de evolución exponencial (siguen la Ley de Moore, término informático originado en la década de 1960 que establece que la velocidad del procesador o el poder de procesamiento total de las computadoras se duplica cada doce meses. La norma la acuñó Gordon Moore, cofundador de la conocida empresa Intel, y sigue funcionando en la actualidad).
Las tecnologías exponenciales serán, en algunos casos ya lo son de hecho, la semilla de una transformación disruptiva de muchos modelos de negocio. La informática, la robótica, la inteligencia artificial, la nanotecnología, la biotecnología y la neurociencia constituyen el conjunto de las “tecnologías exponenciales”, herramientas que nos permiten aportar soluciones a grandes retos que enfrenta el desarrollo de la humanidad, en el ámbito de la salud, de la energía, de la economía, entre otros.
A partir de esta realidad, el éxito de las organizaciones dependerá no solo de aplicar la mejor solución tecnológica, sino también el modelo de innovación más adecuado, que no es otra cosa que el resultado de integrar a los modelos de innovación existentes el uso de las tecnologías exponenciales; y añadir el talento a la ecuación.
everis nació hace 21 años considerando el TALENTO (en mayúsculas) como elemento esencial de su estrategia y modelo de negocio, poniendo el foco sobre sus valores y actitud como atributos sustantivos de éxito sostenible. La Tecnología (ahora las Tecnologías Exponenciales) representa atributos adjetivos en la medida en la que pone en valor el TALENTO, es decir, hace explícito el valor implícito de las tecnologías.
La tecnología evoluciona en progresión geométrica, mientras que el TALENTO, caracterizado por sus valores y sus actitudes, mantiene su esencia como algo estructural. Esta es la clave de nuestro futuro, conjugar con coherencia, humildad y determinación, lo sustantivo con lo adjetivo. Tengamos presente que nuestra obligación es no ser peor que el mejor, en lo adjetivo, y que la diferencia reside en lo sustantivo, que es lo que aporta sostenibilidad a nuestro éxito.
Os invito a ponerlo en práctica.
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